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Buenos Hábitos para la Salud

Buenos habitos para la salud

Todos los que ponemos ante todo nuestra salud, no hemos preguntado en algún momento: ¿cuáles son los buenos hábitos de la salud?. Aquí te responderé esa interrogante. Primero veremos qué son los hábitos y seguido, ¿cuáles son los beneficios para la salud?.

¿Qué son los hábitos?

Ya he hablado sobre los hábitos, pero lo volveré a explicar de una manera más simplificada. Claro que si quieres una explicación más al detalle te invito a leer: ¿qué son los hábitos?.

Dicho lo anterior empecemos. Los hábitos son la sumatoria del deseo que se tiene por algo, seguido a esto se realiza una rutina que al finalizar se obtiene un resultado. Este resultado será la satisfacción del deseo que desencadena todo esto.

Tipos de hábitos 

En nuestro día a día hay decenas de hábitos. Estos pueden repercutir de manera negativa o positiva en nuestra vida.

Identificar que habito es bueno o malo para nosotros es muy sencillo de hacerlo. 

Positivos: son aquellos comportamientos que se enfocan en el bienestar del que los lleva a cabo. Las acciones consecutivas que se suele realizar para satisfacer un deseo tal vez  no se relacionan con la salud, pero esto sí lo harán.

Negativos: son aquellas conductas reiteradas que dañan al bienestar de la personas que las llevan a cabo. Desafortunadamente estos suelen ser los más comunes. 

Buenos hábitos de la salud 

Te podría decir los cientos de hábitos buenos para tener una vida saludable, pero en realidad se trata de tener una madurez mental de saber que nos conviene y que no. Para que de esta manera puedas vivir mejor.

¿Cómo incorporar un buen hábito?

Para explicar esto usaré un ejemplo muy sencillo de comprender… mejor que sean dos.

Primer ejemplo: una persona tiene el deseo de satisfacer su hambre. Esta tiene dos opciones, implementar la rutina/acción consumir alimentos saludables y no ultraprocesados. De esta manera podrá satisfacer ese deseo y además cuidando su bienestar con la elección que hizo.

Segundo ejemplo: una persona tiene el deseo de levantarse a las 7 am y no a las 10 am. Puede llevarlo a cabo levantándose a las 9:30 am para que sea progresivo y no interfiera en su día a día. Gradualmente reduciendo el tiempo del despertar hasta llegar a las 7 am y obviamente durmiendo más temprano. La persona logrará satisfacer el deseo inicial sin comprometer su calidad de sueño (bienestar).